El juez de Garantías Daniel De Marco dictó la prisión preventiva para Miguel Angel Cuevas (54), acusado de haber violado de cuatro menores a los que engañaba haciéndose pasar por un pastor.
El juez de Garantías Daniel De Marco dictó la prisión preventiva para Miguel Angel Cuevas (54), acusado de haber violado de cuatro menores a los que engañaba haciéndose pasar por un pastor.
El magistrado avaló el pedido de la fiscal del caso, Andrea Gómez, por lo que Cuevas deberá esperar en prisión
el juicio oral en el que se determinará si es culpable o inocente.
Cuevas está acusado de haber violado a cuatro menores de entre 9 y 13 años en el barrio Las Herradura y en su casa ubicada en República del Líbano al 2500. El modus operandi del abusador era siempre el mismo: se ganaba la confianza de los chicos dentro de un templo evangélico del barrio La Herradura y los llevaba a un campo ubicado a pocos metros de un templo del barrio con la excusa de cazar patos o a su vivienda. En esos lugares, los violaba.
El acusado ya tenía una condena a 15 años de prisión por un caso de abuso ocurrido en 1999 y en base a los beneficios otorgados fue recuperando la libertad hasta que finalmente en 2011 cumplió la pena que le habían impuesto. Según creen los investigadores, cuando el acusado comenzó a salir de prisión se fue reintegrando al barrio La Herradura desde la fe. “Todos los testigos y familiares de las víctimas coinciden en que era un hombre amable, simpático y que trataba bien a todo el mundo”, contó el informante.
Cuevas comenzó a frecuentar el templo evangélico ubicado en avenida Colón al 11800 y de a poco se fue ganando la confianza del pastor. De hecho, se presentaba como su colaborador aunque algunos testimonios sostienen que también decía que era pastor. Así – según estiman en la Justicia- logró cometer todos sus abusos: una de las víctimas es el hijo del pastor, dos son hermanos de 9 y 10 años y la restante un menor de 13.
Los hechos fueron descubiertos el 25 de marzo de este año cuando uno de los nenes de 9 años tenía problemas para caminar. Preocupado su padre le preguntó qué le ocurría y el chico le contó lo que Cuevas le hacía. La revelación generó la conmoción de los vecinos del barrio: fueron hasta la casa de Cuevas e intentaron lincharlo. La Policía lo salvó de morir a golpes.